III. Psicogénesis de la conducta sexual delictiva
Desde cualquier perspectiva que se enfoque el tema de la conducta sexual delictiva se plantean dos interrogantes comunes a cualquier delito:
1) la personalidad del individuo que delinque y
2) qué se hará con él.
Nosotros nos ocuparemos solamente del punto uno.
El individuo que delinque cualquiera sea su forma tiene una personalidad.
La personalidad del delincuente debe ser el centro de nuestra investigación, porque es la unidad a la que quedan referidas todas las manifestaciones de su accionar: conducta, motivación, etc., por lo tanto el estudio de la conducta delictiva debe hacerse en función de la personalidad total del individuo y su inseparable contexto social.(22-36-48-50)
El individuo realiza continuas tentativas de adaptación al mundo en que se desarrolla y vive; el investigador debe descubrir el valor y la significación que ese mundo adquiere para él.(22-36-48-50)
La significación y la intencionalidad de la conducta constituyen un todo organizado (portador de un sentido) que se dirige a un fin.
Diremos entonces que la conducta sexual delictiva es una conducta concreta del individuo expresión de su relación con la víctima en un lugar (espacio) y en una fecha (tiempo) determinados.(22-36-48-50)
Esto significa desde el punto de vista individual la dificultad del delincuente para aceptar la ley, lo que implica dificultades en el desarrollo de su personalidad. A su vez desde el punto de vista social significa una alteración, violación o trasgresión de la norma establecida.(22-36-48-50)
En esta tarea la sexología y la psiquiatría forenses pueden establecer los aspectos de la personalidad de cada delincuente y diferenciar un caso de otro al reconstruir con la mayor exactitud posible la génesis y dinámica del fenómeno criminal en particular.(22-36-48-50)
Siempre se ha insistido en acentuar la diferencia que existiría entre el individuo delincuente y el hombre socialmente adaptado. Sin entrar en polémicas estériles se puede decir que es evidente que existe en el delincuente una historia personal con determinadas características, un contexto social y ciertas disposiciones que fallas en determinadas circunstancias que explicarían las conductas delictivas en general y las sexuales en particular.(22-36-48-50)
Existen relaciones estrechas entre los rasgos de personalidad del delincuente y la conducta delictiva, es decir, se observa que la conducta del homicida, del ladrón, del estafador, o del delincuente sexual presentan entre si rasgos característicos, pero distintos entre cada figura.(52-54)