Contentidos
4. Neurofisopatología de la conducta sexual
Existen experiencias que demuestran las alteraciones en la conducta sexual que surgen como consecuencia de perturbaciones en los diferentes centros ya descriptos.
Si se analizan las estructuras más importantes del SNC que intervienen en la sexualidad se las puede observar la complejidad de las mismas.
4.1. Nivel cortical
Se hará un breve análisis de algunas investigaciones en distintas regiones del cerebro.
La región olfatoria está programada para integrar y apoyar las conductas de auto conservación de la especie. Vincula olfacción con sexualidad a través del olor, sustancias odoríferas (feromonas) se relacionan con la atracción partenaire sexual.
La región preóptica tiene relación con el acercamiento sexual, la integración visomotora y el orgasmo. La impronta visual se produce antes de los tres años de edad y estaría relacionada con el aprendizaje de algunas parafilias como el fetichismo y el transvestismo
La región prefrontal se relaciona con la capacidad de anticipación y planificación, el cuidado de la prole, la agresividad, la lucha y la defensa. Dentro del neocortex prefrontal las zonas más antiguas se relacionan con vivencias sexuales primitivas de tinte agresivo y las más modernas con sentimientos sexuales más altruistas.
La región rinencefálica se relaciona con un rol moderador sobre la expresión del instinto sexual, con la función reproductiva y la perpetuación de la especie. Tendría como finalidad “modular” actividades que están integradas por estructuras subcorticales. de gran importancia en la organización de actos complejos de la conducta sexual humana.
Los animales privados de rinencéfalo desarrollan las conductas sexuales más extravagantes (Sindrome de Schreiner y Klings): tentativas de coitos con objetos inanimados, acoplamientos con animales de otras especies, acoplamientos grupales. Todo pasa como si el instinto fuera liberado impulsivamente de sus controles y privado de sus caracteres adaptativos (sexualidad anárquica)
La conducta anárquica sexual de los seres humanos se piensa pueda tener un correlato con alguna patología rinencefálica.
Por lo tanto, las estructuras rinencefálicas (así como el hipocampo y la amígdala) maduran plenamente bajo la influencia de las relaciones interpersonales en la primera infancia por la activación de los “genes del desarrollo” determinados por la relación personal.
La relación interpersonal entra así a formar parte de las estructuras rinencefálicas y con ello de la historia vital individual, familiar y colectiva. esto es el tiempo histórico que luego va determinar el tiempo individual
En la integración de la memoria en la secuencia temporal es fundamental la acción conjunta de la amígdala y del hipocampo y las estructuras con ellas conexionadas. De esta base psicobiológica fundamental se deriva la “mismidad” orgánica, el sentimiento de continuidad de la experiencia vivida que en el hombres e traduce por el “si mismo”, concepto de importancia cada vez mayor en la actualidad.
Por último el juego funcional de los diversos sectores del cerebro límbico se desprende la importante participación de los procesos rítmicos de la vida
El sistema límbico se relaciona con el placer, el erotismo, la erección peniana, la eyaculación y el orgasmo.
A través del circuito de Papez (1937)se relaciona con el telencéfalo (corteza, cuerpo estriado y rinencéfalo) y con el diencéfalo (tálamo e hipotálamo).Está integrado, como ya se ha dicho, por un doble anillo.
El superior integrado por los núcleos preópticos-septum-cíngulo-fornix está relacionado con conductas sexuales motivadas que refuerzan el erotismo (neopalio).
El inferior témporo-hipocámpico-hipotalámico se relaciona con la auto conservación: la alimentación, la lucha y la autoprotección a través de respuestas tróficas y agresivas..
La excitación del sistema límbico puede provocar crisis epilépticas acompañadas de hiposexualidad e impotencia.
Heath localizó centros de la erección en regiones córtico-subcorticales del sistema límbico: proyección hipocámpica al septum, tálamo e hipotálamo.,el circuito de Papez y la corteza frontal y su conexión con tálamo. La erección suele ser seguida de descargas hipocámpicas que provocan tranquilidad y euforia.
Observó además que en el curso del orgasmo del varón y la mujer confirman la actividad bioeléctrica paroxismal del septum y el sistema límbico (ondas similares a una “crisis epiléptica”) que desbordan hacia la amígdala y los núcleos hipotalámicos, mientras que no varía notablemente la neocorteza.
Por lo tanto, este autor sostiene que el éxtasis sexual es un “trabajo límbico-rinencefálico-hipotalámico”.El orgasmo sería un “olvido” transitorio de lo que se es, “una pérdida de la conciencia” producto de una desneocorticalización transitoria.
Se puede producir eyaculación y orgasmo por estimulación de la corteza límbica a través del espinotalámico. Las sensaciones producidas tocando los genitales van vía tálamo a proyectarse a las áreas del placer (hipotálamo-sistema límbico haciéndose conciente en la corteza.
De la relaciones del sistema límbico con otras estructuras se describirán las más importantes relacionadas con la sexualidad:
4.2. Nivel hipotalámico
Ganglio rector de la organización de los reflejos viscerales y la secreción endocrina (sistema nervioso autónomo más sistema endocrino).Se vincula con el sistema límbico y la formación reticulada.
Es necesaria la integridad del comportamiento instintivo sexual para su acción hipofisaria. Se relaciona con la identidad de género la orientación sexual y la respuesta sexual así como las expresiones de celos, la rivalidad, la agresividad, y conductas sadomasoquistas etc.
Bard en 1928 ya había demostrado que se necesita un hipotálamo intacto para lograr un comportamiento emocional integrado. El gato hipotalamizado presenta una “furia ficticia” en la cual el animal presenta una conducta de furia típica pero no puede dirigir sus ataques contra un probable enemigo.
Hess y luego Miller(1961) mediante estimulación eléctrica del hipotálamo se describen tres tipos de reacción: alegría, huída y furia.
De manera que el hipotálamo regula el comportamiento instintivo alimentario y sexual por mecanismos aún muy complicados ya que están involucrados en este proceso todos los niveles del SN desde la médula espinal hasta la corteza cerebral, así como un sinnúmero de glándulas endocrinas.
Fisher-Magoun-Ranson (1938) demostraron que los gatos y cobayos hembras lesionados en el hipotálamo anterior no se apareaban con los machos a pesar de un tratamiento estrogénico, lo que sugiere que las lesiones hipotalámicas no se deben a un trastorno hipofisario.
Maes (1940) demostró que las gatas hipofisarias seguían siendo sexualmente normales si se le suministraban estrógenos
Sawyer y Robinson (1956) lograron demostrar en gatas y conejas dos mecanismos separados de control hipotalámico: uno nervioso y otro hipofisario. Las lesiones anteriores o rostrales suprimen la conducta sexual aún con el suministro de estrógenos Por otra parte las lesiones ventromediales daban lugar a la atrofia de los ovarios que se impide con el tratamiento estrogénico. Las lesiones de la región mamilar producirían un efecto comparable a las lesiones del área ventromedial.
Brookhart y Dey (1941) lograron describir un sistema dual nervioso-endocrino de control hipotalámico también para la conducta sexual del macho, en cobayos con lesiones hipotalámicas aún con tratamiento con propionato de testosterona se suprimía la conducta sexual en forma permanente.
Rodgers (1954) demostró que la región ventromedial lesionada de ratas machos era recuperada en su conducta sexual con andrógenos.
Soulairac (1956) también descubrió la supresión de la conducta sexual en ratas macho después de la destrucción del área preóptica medial y de los núcleos supraquiasmáticos.
Heinier y Larsson (1967) demostraron en forma bastante concluyente que la región más importante en el aspecto de la conducta sexual yace en lo que llamaron “el continuo-hipotálamo-preóptico anterior”
La estimulación eléctrica del “centro sexual” del hipotálamo anterior provoca hipersexualidad en el mono (Mc Lean y Ploog 1962) con erección peniana permanente y hasta 20 eyaculaciones por hora.
La inyección de estrógenos en el hipotálamo anterior de las ratas hembras las induce al estro, sin ningún efecto sobre el útero, hecho que no se produce con la aplicación en cualquier otro lugar del encéfalo (Harris 1964).
Las experiencias son múltiples, pero lo que quizás es más importante desde el punto de vista clínico es que el hipotálamo desempeña un papel determinante en el control nervioso de la conducta sexual.
Las relaciones entre el hipotálamo y la hipófisis son de una importancia fundamental, ya que esta última se constituye en la “glándula maestra” del sistema endocrino y controla la actividad de las otras glándulas, liberando en la corriente sanguínea sustancias capaz de estimularlas o frenarlas estableciéndose un mecanismo de regulación por retroalimentación (feed back)
4.3. Nivel amigdalino
La amígdala es un intermediario entre los impulsos sexuales instintivos (necesidad) dados por las señales que proceden de la corteza cerebral y de las vísceras que indican la situación del medio interno entre ellas el apetito sexual, y el mundo exterior (posibilidad), que inducen modificaciones en el medio circundante; es decir, la amígdala es un intermediario que “sopesa “la información entre los impulsos instintivos y el mundo exterior que luego es procesado por el hipocampo (reservorio mnésico) siendo por último nuevamente codificada en señales a través del “lenguaje” del sistema hipotálamo-hipofisario que interviene en la ejecución de la orden.
A nivel del complejo amigdaloide porción del sistema límbico que yace en la profundidad del lóbulo temporal se han hecho también experimentos con referencia a la conducta emocional y sexual.
Kluver Bucy (1937) amigdalizaron monos en forma bilateral y observaron un síndrome caracterizado por impulsividad oral, pérdida del temor, o de la agresividad, hiperactividad e hipersexualidad. y en 1939 Klüver y Bucy observaron tras la escisión del lóbulo temporal que los monos salvajes se volvían mansos y se entregaban a una abigarrada conducta sexual.
Bard (1947) observó furia e hiposexualidad y Schremier y Klug (1953) mansedumbre e hipersexualidad.
En cuanto a lo que respecta a las relaciones orogenitales tiene relación con la estimulación de la amígdala que provoca respuestas faciales y alimentarias como morder o mascar y salivar y sería debido al reclutamiento neuronal con el septo, el núcleo medio dorsal y el hipotálamo.
La amígdala parece desempeñar un papel importante en la jerarquía y dominancia social. Es una estructura fundamental en el desarrollo de la epilepsia psicomotora, en el que el hombre ininterrumpidamente agresivo. Ciertos estudios recientes parecen confirmar la hipótesis de que la conducta agresiva y la sexual son producidas por un mecanismo común de alertamiento que sería ulteriormente canalizado hacia las respuestas específicas por estímulos ambientales apropiados.
Se cree que la agresividad femenina (al menos en la experimentación) es menor que la masculina y se halla estrechamente vinculada a pormenores de su vida sexual como la menstruación, el embarazo, la lactancia etc. que no son de tipo “corporativo” es decir, que no involucraría en un mismo momento a un grupo considerable de individuos pugnando por las mismas manifestaciones, aunque lógicamente esta hipótesis puede provocar alarma y discusión ante el incontrolado avance de los movimientos de liberación femenina de los últimos tiempos.
4.4. Nivel hipocámpico
Es un reservorio mnésico. Tiene por finalidad “fijar” en forma permanente los esquemas o mensajes sexuales adecuadamente codificados que provienen del mundo exterior y ser sometidos a la interpretación que determina si son o no significativos, relacionando los que tienen importancia (almacenamiento de experiencias positivas) para el envío de señales al SARA para el “encendido” global o focal de la corteza acompañado la reacción de alarma o alerta
La estructuras hipocámpicas reciben conexiones de diversas regiones del sistema límbico (área entorrinal, presubículo y área septal) y envían fibras eferentes al fornix, cuerpos mamilares, hipotálamo y sistema tálamo difuso y tallo cerebral, por lo tanto, se halla vinculado al mundo emocional, la actividad visceral y la memoria inmediata.
4.5. Nivel septal
Es un centro de importancia para la respuesta sexual.
A través del fornix, el cíngulo, su circunvolución y el hipocampo (la representación cortical del orgasmo) Mac Lean desencadenó erecciones penianas estimulando el septo. Las descargas a nivel septal eliminan la cólera y producen ternura.
Gorski (1971) investigó que la región medioseptopreóptica desempeña un importante papel en la diferenciación sexual de los roedores y que ejerce una influencia reguladora en la secreción tónica y cíclica de gonadotropina en el macho y en la hembra respectivamente. De ello se infiere la existencia de mecanismos neurales del sistema límbico por los cuales los aspectos emocionales ya sea agradables o desagradables podrían influir en la función genital y gonadal.
4.6. Nivel de la formación reticular
El SRAA no específico es como una zona medular a lo largo del ser, principalmente desarrollada a nivel del tronco encefálico, desde donde se irradia sus acciones al decir de Magoun “como el centro de una rueda cuyos rayos se extienden en todos los sentidos”. En sentido medular regula el tono muscular periférico, en sentido protuberancial e hipotalámico regula las funciones endocrinas, en el sentido límbico los procesos emocionales e instintivos y en sentido cortical la conciencia, las necesidades de hambre, sed sexualidad y vigilia-sueño.
4.7. Nivel estriado
Esta región tiene relación con los pedúnculos, el tálamo y subtálamo formando un gran sistema dopaminérgico que regula las respuestas sexuales típicas de la especie: sensaciones genitales, coordinación motora, erección peniana, eyaculación, etc., a través del espinotalámico
El cuerpo estriado (caudado y putamen) y el globo pálido son el mejor duplicado del cerebro anterior de los reptiles. El cuerpo estriado se proyecta al pálido y a la sustancia negra que a su vez envía fibras de nuevo al primero merced a un sistema dopaminérgico.
Robinson y Mishkin (1968) que la estimulación del putamen de los macacos provoca una erección parcial. y un caso de eyaculación por la excitación del área preóptica media así como la estimulación del hipotálamo posterior de las ratas.